Nicaragua es el país más grande de Centroamérica, cubriendo 130,373 kilómetros cuadrados. Su economía se basa en la manufactura ligera, los servicios y la agricultura. En los últimos años, ha recibido beneficios de la inversión extranjera directa, representando un 6.7% del Producto Interno Bruto, y de las remesas, que subieron al 26.1% del PIB en comparación con el 20.6% del año anterior.
El país tiene gran potencial de desarrollo, pero sigue siendo uno de los más pobres de la región. Aunque la apertura comercial ha aumentado, las exportaciones de Nicaragua consisten principalmente en productos de baja complejidad. Además, el país es altamente vulnerable a choques externos y desastres naturales. Su potencial de crecimiento está limitado por los bajos niveles de capital humano, deficiencias en infraestructura, un entorno empresarial volátil y la calidad de las políticas públicas. Sin embargo, existen oportunidades de crecimiento sostenible invirtiendo en capital humano, mejorando el acceso a servicios básicos, fortaleciendo el acceso a mercados internacionales y agregando valor a la manufactura y los servicios.
El PIB creció un 4.6% en 2023, frente al 3.8% en 2022, impulsado por el crecimiento en el sector de servicios, especialmente en hoteles, restaurantes y comercio minorista. A pesar de una desaceleración en la demanda externa neta, las remesas impulsaron el consumo privado, mientras que las expectativas económicas mejoradas impulsaron la inversión. El crecimiento se ralentizó al 3.6% en 2024, con un crecimiento del índice mensual de actividad económica del 1.7% en junio de 2024, debido a la reducción de la producción en pesca, ganadería, agricultura y manufactura.
La tasa de empleo alcanzó el 66.9% en la segunda mitad de 2023, cercana a los niveles prepandemia, debido al crecimiento sostenido, la menor inflación y el aumento de las remesas. La tasa de empleo de las mujeres (54.9% en junio de 2024) ha aumentado en los últimos años, pero sigue siendo inferior a la de los hombres (75.9%). Se estima que la pobreza (US$3.65/día 2017 PPP) ha disminuido al 12.5% en 2023, frente al 13.1% en 2022.
El panorama macroeconómico enfrenta riesgos a la baja debido a la exposición a desastres naturales, la volatilidad de los precios de los alimentos y el petróleo, las recesiones económicas en socios comerciales clave y condiciones financieras más estrictas. Estos factores podrían interrumpir el comercio y los flujos externos, provocando inflación que reduzca el poder adquisitivo, mayor desempleo y pobreza, así como desafíos para refinanciar la deuda pública.
Última actualización: Oct 08, 2024